Esta es una hipótesis que deberá ser probada
El instinto es un proceso
aprendido y alcanza esa categoría por ser lo que mejor se sabe hacer. A nivel
neuronal esta categoría tiene que ver con los niveles de voltaje almacenados en
las neuronas disponibles en los axones.
La información del instinto no es
transmitida genéticamente, al menos no en el corto plazo. El aprendizaje va
fortaleciendo los conductos neuronales de tal modo que a fuerza de que la
información es recopilada por diferentes conexiones neuronales la sección de
los conductores va engrosándose hasta que la caída de voltaje es mínima y los
niveles del mismo están disponibles en la transmisión de las señales es máximo,
este mismo proceso sucede con el instinto
Las dendritas reciben la
información desde los diferentes sentidos y entregan esta información en forma
de voltaje al núcleo de la neurona o soma que es donde se memoriza la
información obtenida. La información guardada es almacenada de manera digital
siguiendo un código que también es producto del aprendizaje, quiero decir, no
existen formatos preestablecidos para guardar la información sino que son
impresos en el tiempo relativos a cuando fueron adquiridos y que se suman
a otras informaciones entregadas por
otros sentidos pero que fueron adquiridas al mismo tiempo. El tiempo aquí sólo tiene
la función de simultaneidad en el mismo sentido en que la teoría de la
relatividad considera al espacio-tiempo como una y única cosa indivisible. La
función aquí se llamará sentido-tiempo.
El código es por su cuenta, tan
individual como las huellas dactilares, cada quien desarrolla su propio código,
sin embargo existen muchas similitudes entre otros individuos como las que
comparten un mismo vecindario donde el idioma y sus modismos dan sentido a
características muy relevantes entre pares. Los aspectos de diferenciación
tienen que ver con eventos trascendentes que hacen modificar comportamientos y
entonces aparecen variantes que, si son muy importantes generarán en el tiempo
un nuevo comportamiento que luego formará parte de un código que los individuos
compartirán hasta que suceda algo trascendente y de nuevo se iniciará el ciclo.
Dado que no tenemos control sobre
nuestra memoria, el tiempo es parte de la función sentido-tiempo, no tiene hora
ni calendario, es decir, la información tampoco es almacenada por fechas y sólo
es posible accesarla por indexación, esto es, cuando alguno de los sucesos
adquiridos en un momento determinado es recordado como un evento que forma
parte de aquella memoria que hoy llega a nuestro consciente.
Cada individuo percibe el mundo
desde diferentes perspectivas debido a su posición geográfica, altura, ángulo,
etc., la comprensión de los sucesos son diferentes y por consecuencia,
almacenados de manera individual. Adicionalmente, los antecedentes que llevan a
cada individuo a ese evento que observa simultáneamente con otros individuos,
son memorizados de manera única y podríamos decir hasta irrepetible y, si
acaso, filtrada por códigos de comportamiento compartidos en función de la
vecindad antes dicha.
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