jueves, 10 de febrero de 2011

Recuperando espacios

Historia de un error (el mundo real = realidad)
1)    El mundo real, es alcanzable sólo para los sabios, los piadosos, los virtuosos, éste vive en ellos, éste es ellos.
(Ésa es la más antigua forma de la idea; relativamente inteligente, sencilla y convincente. Es la paráfrasis “Yo Platón, soy la verdad”)
2)    El mundo real, por el momento es inalcanzable, pero está prometido para los sabios, los piadosos y los virtuosos (los pecadores que se han arrepentido)
(Un paso adelante en la idea, se volvió sutil, problemática, inasible; se volvió hembra, se volvió cristiana)
3)    El mundo real, inalcanzable, ininteligible, no prometible, pero, como concepto, un consuelo, una obligación, un imperativo.
(El viejo sol en el fondo, pero visto a través de niebla y escepticismo; el concepto se ha vuelto sublime, pálido, frío, propio de la realeza)
4)    El mundo real,-¿inalcanzable? En todo caso, no terminado. Y, en tanto que inalcanzable, desconocido. Como consecuencia, no consuela, no redime, no obliga ¿cómo puede algo desconocido, obligarnos?
(Amanecer, primer bostezo de la razón, primeros pasos del positivismo)
5)    El “mundo real”, -una idea que ya no es beneficiosa, nunca más nos obligará, un concepto inútil, un concepto que se ha vuelto superfluo, por consecuencia un concepto refutable, destruyámoslo.
(Un claro día, desayuno, regreso al buen sentido y a la alegría; vergüenza de Platón, batahola de los espíritus libres)
6)    Ya hemos destruido el mundo real ¿cuál queda, el aparente acaso? ¡No, con el mundo real también hemos acabado con el mundo aparente!
(Mediodía; momento en que las sombras son más cortas; fin de ese largo error, cima de la humanidad; Zaratustra)
Friedrich Nietzsche (El ocaso de los ídolos)
cómo se filosofa a martillazos

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