jueves, 12 de mayo de 2011

Trucos para mejorar tu memoria

Forgetting Boring Data

Problem: You tend to forget appointments, addresses, PINs, and passwords. Take heart―the brain wasn’t designed to store such data, called declarative memories, for a long time unless you make a concerted effort to do so. This type of information, which by nature isn’t special or exciting, has a short shelf life. Other declarative memories include historical dates and birthdays.



Solution: The only way to make essentially boring data part of your long-term memory is to store it properly so you can retrieve it later on. “If you don’t make a conscious effort to learn your PIN, your short-term memory will flush it out immediately,” says Zaldy S. Tan, M.D., director of the Memory Clinic at the Beth Israel Deaconess Medical Center, in Boston and author of Age-Proof Your Mind. Attach some sort of meaning to it. For an important date, like your niece’s birthday, give it an emotional connection (eight days after the Fourth of July). For less important information, like a dentist’s appointment, don’t even try to remember. “This is exactly why God invented the PDA and the date book,” says Aaron P. Nelson, Ph.D., chief of neuropsychology at Brigham and Women’s Hospital, in Boston, and the author of The Harvard Medical School Guide to Achieving Optimal Memory (McGraw Hill, $17, amazon.com). “The onus isn’t on your brain to do the heavy lifting.”

lunes, 28 de febrero de 2011

Objetivo

Recuperar la cordura, esto es, ponerse en peligro sólo para reivindicar la vida, mediante el establecimiento de la trasmutación de todos los valores un  lugar donde se privilegie la vida y no la compasión (camino hacia otros mundos), esto es, establecer a este mundo como única opción de vida, así como establecer el procedimiento mediante el cual sea posible ser capaces de cuestionar nuestras acciones y decisiones evidenciando nuestros temores (cómo lograr vernos desde lejos con la mayor objetividad, sin caer en la tentación de creer poder ser juez y parte)

jueves, 10 de febrero de 2011

Recuperando espacios

Historia de un error (el mundo real = realidad)
1)    El mundo real, es alcanzable sólo para los sabios, los piadosos, los virtuosos, éste vive en ellos, éste es ellos.
(Ésa es la más antigua forma de la idea; relativamente inteligente, sencilla y convincente. Es la paráfrasis “Yo Platón, soy la verdad”)
2)    El mundo real, por el momento es inalcanzable, pero está prometido para los sabios, los piadosos y los virtuosos (los pecadores que se han arrepentido)
(Un paso adelante en la idea, se volvió sutil, problemática, inasible; se volvió hembra, se volvió cristiana)
3)    El mundo real, inalcanzable, ininteligible, no prometible, pero, como concepto, un consuelo, una obligación, un imperativo.
(El viejo sol en el fondo, pero visto a través de niebla y escepticismo; el concepto se ha vuelto sublime, pálido, frío, propio de la realeza)
4)    El mundo real,-¿inalcanzable? En todo caso, no terminado. Y, en tanto que inalcanzable, desconocido. Como consecuencia, no consuela, no redime, no obliga ¿cómo puede algo desconocido, obligarnos?
(Amanecer, primer bostezo de la razón, primeros pasos del positivismo)
5)    El “mundo real”, -una idea que ya no es beneficiosa, nunca más nos obligará, un concepto inútil, un concepto que se ha vuelto superfluo, por consecuencia un concepto refutable, destruyámoslo.
(Un claro día, desayuno, regreso al buen sentido y a la alegría; vergüenza de Platón, batahola de los espíritus libres)
6)    Ya hemos destruido el mundo real ¿cuál queda, el aparente acaso? ¡No, con el mundo real también hemos acabado con el mundo aparente!
(Mediodía; momento en que las sombras son más cortas; fin de ese largo error, cima de la humanidad; Zaratustra)
Friedrich Nietzsche (El ocaso de los ídolos)
cómo se filosofa a martillazos